Autor/es
Bernandeo Sánchez Pavón
Los puertos constituyen un apoyo trascendental para potenciar el comercio exterior y la competitividad de la economía gallega, pudiéndose convertir en motores de desarrollo local y regional, capaces de producir un importante impacto económico y social en su entorno.
Estas infraestructuras, además de ser un eslabón en la cadena del transporte marítimo, tienen la condición de nodos de transferencia modal y de plataformas logísticas, albergando en su seno una serie actividades de alto valor añadido que exceden las de carga, descarga y almacenamiento.
La evolución de los mercados, los servicios y las tecnologías han obligado a una transformación progresiva de los puertos y a un redimensionamiento de los mismos.
Los puertos, como puntos de privilegiados de comercio, han participado de forma decisiva en la constitución y el posterior desarrollo de las ciudades; es más, la presencia del puerto en las relaciones comerciales ha influido en la propia supervivencia de la urbe en la que se hallaba inserto. No obstante, el puerto ha sido, también, una realidad exterior y distinta de la propia ciudad lo que ha propiciado la necesidad de articular las relaciones entre ambas y diferentes realidades. Así, es necesario compatibilizar el necesario desarrollo portuario, derivado de las exigencias de la navegación y transporte marítimo, con el desarrollo del recinto urbano producido a requerimientos de su población.
En el presente trabajo se aborda la necesaria, aunque difícil, coexistencia entre ambas realidades intentando realizar una labor prospectiva acerca de las relaciones puerto ciudad en años venideros.